martes, 3 de diciembre de 2013

Villa O´Higgins y el final de la ruta en bici.

Estamos en Villa O´Higgins, el final de la Carretera Austral. Mañana cogemos un barco para cruzar un lago que nos lleva hasta Candelario Mancilla y desde allí por un angosto sendero hasta el Lago del Desierto, ya en Argentina, así que nos quedan como 40 km de bici para terminar en el Chaltén, supongo que con un buen asado argentino para celebrar que acabamos enteros. Luego iremos a caminar a las Torres del Paine, pero eso será otra historia jejeje.
Los días antes de llegar a Coiahique fueron malos, mucha lluvia y viento frío pero desde que llegamos nos acompañó el buen tiempo durante una semana completa, un verdadero record aquí en la carretera austral. Nos quedamos en un albergue en Coiahique, La Salamandra, muy acogedor y verdaderamente bonito donde Mari Paz y Mario nos atendieron estupendamente. Desde allí salimos con un tremendo cielo azul que nos acompañaría por un perfecto asfalto hasta la Villa de Cerro Castillo, unos 110 km con una larguísima subida y una corta y fuerte bajada. No se como nos las arreglamos pero siempre son muchos km de subida y pocos de bajada, en fin, la patagonia que le dicen... Nos cruzamos con un Taiwanes, lo más simpático que he visto durante el viaje, muchas risas y muchos chao chao jajaja. Había ido desde Santiago hasta Usuhaia y estaba volviendo a Santiago. En Villa Cerro Castillo, un atardecer espectacular, ya que el pueblo está rodeado de impresionantes montañas con grandes crestas heladas y glaciares colgantes, un verdadero espectáculo para la vista.
A la mañana siguiente vuelta al ripio pero por un valle precioso, montañas a ambos lados, el río que nos acompañaba y al fondo vistas al Campo de Hielo San Valentín. La vegetación se vuelve a convertir en muy frondosa y volvemos a coincidir con los compañeros ciclistas que vamos viendo por el camino y vuelven a aparecer numerosos lagos en la ruta, alimentados por los hielos eternos que jalonan la ruta. A veces me vienen a la cabeza paisajes de hace un mes y es todo tan diferente, que variedad de paisajes, desiertos, salares, lagunas y ahora bosques, ríos y mucho hielo. Pasamos por pintorescos pueblos como Puyuhapi, La Junta, Puerto Río Tranquilo donde cogimos un barco para ver las Catedrales de Mármol y así poco a poco nos volvemos a encontrar con Cochrane, 4 años después.
Por el camino han ido apareciendo algunas dificultades añadidas, Jesús tiene la llanta rajada y la apañamos con unas bridas, a ver cuanto aguanta. Jaione tiene algunos problemas en una rodilla y se apaña también con una rodillera de juguete, a ver cuanto aguanta. Y yo tengo el plato mediano desgastado, así que voy jugando con el pequeño y el grande, escapando.
Desde Cochrane nos dirigimos a la tan nombrada y famosa Caleta Tortel, hace 4 años nos la nombraron mucho y este año mucha gente nos ha dicho que no nos la podíamos perder, así que esta vez kilometrada que te pego para ver el "maravilloso" pueblo. Se trata de un pueblo costero, situado en el final de un pequeño fiordo, cuyo encanto deriva de las pasarelas de madera que conectan las casas, sobre pilares en la costa o por las laderas. A nosotros no nos pareció nada especial, lo vimos descuidado, sin casi servicios, eso sí, nos comimos un salmón que estaba muy rico. Allí nos volvió a alcanzar la lluvia y el frío, cada vez que hemos tocado costa en la carretera austral nos ha pillado la lluvia y el mal tiempo. Salimos pitando al día siguiente en dirección a Puerto Yungay, donde hay que cruzar un fiordo en una barcaza. En la espera de la barcaza coincidimos con Jerry y con el alemán, como no sabemos el nombre de éste último y dado el carácter nuestro es fácil entender por qué ahora los llamamos Tom y Jerry jejeje. Al cruzar en la barcaza con un tiempo horrible y tras un bocadillo de "pansito" digamos que espeso salimos en dirección a Villa O´Higgins, 112km nos esperan pero el tiempo no mejora y ya son las 14:00 horas. Sobre las 17:30 vemos el lugar donde acampamos hace 4 años, pensamos en acampar en el mismo sitio pero jaione ya había saltado una valla y había ido a ver una cabaña a unos cientos de metros. Tenía una plancha suelta en la ventana y vimos la oportunidad de dormir secos así que revisamos la cabaña, una especie de establo pero sin utilizar, estaba bastante limpio así que tras desencajar facilmente una puerta nos instalamos y pasamos una noche seca a pesar de que afuera llovía y venteaba con fuerza. A la mañana siguiente había nevado y el cerro que habíamos pasado la tarde anterior estaba totalmente blanco, hacía frío y nevaba levemente pero estaba un poco mejor el tiempo, por lo menos no llovía y se podía observar el paisaje. Hicimos los 58 km en un día extraño, con frío y calor a la vez, un paisaje espectacular aderezado con el blanco de la nieve de la noche anterior y de la que caía finamente mientras avanzávamos con el viento a favor. Muchas cascadas se precipitaban hasta la pista y las gotas que salpicaban se convertían en copos de nieve, un verdadero espectáculo. Había algún que otro claro y el juego de luces hacía todo más bonito aún y tras un largo rodeo de un lago, cuando ves el pueblo pero parece que no llega nunca, por fin tras una curva apareció Villa O´Higgins, el último pueblo de la Carretera Austral, entre grandes montañas y glaciares, apenas a 30 km del campo de hielo sur.
Mañana temprano cogemos el barco que nos cruza y hemos pagado el extra por ir a ver el Campo de Hielo Sur, la segunda vez que paso por aquí no voy a dejarlo pasar de nuevo. El jueves intentaremos llegar a El Chaltén, intentaremos porque el barco del Lago del Desierto no opera y estamos intentando gestionar el cruce con un pescador, si no toca hacer 14 km por un sendero en el que la gente que nos hemos encontrado en sentido contrario ha tardado 20 horas, nos han dicho que fatal, con la bici y el peso un infierno vamos. En fin, esto es Patagonia y como dice un dicho patagón: En  la Patagonia el que tiene prisa pierde el tiempo.
Espero que desde el Chaltén pueda publicar por fin algunas fotos y poder contar con un poco más de calma porque las conexiones de internet por aquí no permiten mucho más.
Ya estamos a punto de terminar la ruta en bici y luego iremos a por el premio de recorrer las Torres del Paine, pero para ello tendremos que continuar rumbo al sur.

3 comentarios:

  1. Qué bueno, me alegro mucho, porque seguro que aunque no se esté a gusto con la lluvia, o con el viento, el vivir esas experiencias compensa de sobra los malos ratos.
    Un fuerte abrazo y sigan tirando pal sur!!

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  2. Jorge!!!!! y la panadera del Chaltén, sigue ahi jajajjajaa abrazo a los tres.

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  3. en el campo de hielo, al fondo a la izquierda hay un agujero que si te caes dentro sales por arico, así que tengan cuidado y pásenlo de rechupete que aunque hayan problemillas (llanta, platos, rodillas) de eso te olvidas rápido. suerte y un abrazo.

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